Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
—Salmo 46.10
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.
—Romanos 8.1 (NVI)
DESCANSA EN EL SOSIEGO de mi Presencia mientras yo te preparo para este día. Deja que el brillo de mi gloria repose sobre ti mientras esperas confiadamente en mí. ¡Silencio! ¡Yo soy Dios!Hay dos lados en cuanto a confiar en mí: uno pasivo y uno activo. Al reposar en mi Presencia, concentrado en mí, yo tranquilamente levantaré vínculos de confianza entre nosotros. Cuando respondes a las circunstancias de tu vida con expresiones de seguridad estás participando activamente en este proceso.
Yo siempre estoy contigo de modo que no hay razón para que estés temeroso. A menudo tus temores se hacen manifiestos cuando hay demasiado planeamiento. Tu mente está tan acostumbrada a este patrón de pensamiento que solo ahora te vienes a dar cuenta de cuán penetrante es y hasta qué grado perturba tu intimidad conmigo. Arrepiéntete de esta tendencia y recházala cada vez que te des cuenta que estás volviendo a lo mismo. Regresa a mi Presencia pues siempre estoy esperando por ti. Y no te espera ninguna condenación.
*Sara Young / Jesús te llama
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