Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no a los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia: porque al Señor Cristo servís.
Es importa realizar cada actividad con amor, sobre todo las que involucran el trato con terceros. Nuestro carácter se pule en la relación con los demás.
Si pones amor en tu trabajo, éste será de excelencia; sino, pues será mediocre.
Si tienes un cargo de liderazgo, asegúrate de delegar sólo cuando el tiempo sea escaso y te veas imposibilitado de hacer aquello que estás delegando con tus propias manos.
Sé considerado, no responsabilices a otros aquello que te corresponde.
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