¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? cante salmos, ¿está alguno enfermo entre vosotros? llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
Así es el PODER DE LA ORACIÓN! la palabra tiene poder, a ponerla en práctica, no creen?
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