miércoles, 20 de noviembre de 2013

Devocional diario: Dinero y sentido

"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen..." Mateo 5:44

Establece un presupuesto y aprende a educarte en las finanzas 



Dios siempre ha tenido buen cuidado de mí. Nunca he pasado un día sin comida a menos que fuera por elección o enfermedad. Siempre he tenido ropa para vestir y un lugar para vivir. Ahora bien, no siempre he tenido exactamente lo que he querido, y las cosas no han llegado de forma rápida o fácil, pero me siento muy bendecida cuando se trata de las necesidades materiales. Porque tengo el mayor proveedor : Dios. Que en su tiempo, me ha dado aún más de lo que realmente necesito.

Sin embargo, ha habido momentos en que he gastado más o he comprado cosas que no eran necesarias.  La palabra "usura " en la Biblia significa cargar cosas (como deudas), o pedir prestado. Ahora , hay veces en las que es necesario acceder a créditos, como comprar una casa, un auto o pagar cuentas del hospital . Cuando nos endeudamos, debe ser con la intención de pagar tan pronto como sea posible. Cuando accedemos a deudas sin entender la responsabilidad que implican, nos falta el sentido común y mostramos una falta de auto-control mayúscula.

Un día, mientras leía este pasaje, me vi abrumada por deudas de diverso tipo, sobre todas aquellas que involucraban compromisos verbales que voluntariamente ofrecí. Mi padre me había hecho saber que él no quería que yo asumiera ningún tipo de deuda, ni material, ni emocional, pero si lo hacía, me escuchaba paciente y no reaccionaba de forma exagerada . Él simplemente dio a conocer el peligro y manifestó que no le estaba ayudando cuando hacía esas cosas, porque también le traspasaba una carga.
A ti te puede pasar lo mismo con tus padres, hermanos, amigos o dentro del matrimonio. Nuestras deudas son un peso invisible, no sólo para nosotros, sino que también para nuestros entorno cercano, para quienes se preocupan genuinamente de nosotros. Ese peso, que muchas veces adquirimos de forma innecesaria, puede afectar a los demás... no sólo somos ambiciosos, sino que a eso, le sumamos una cuota de egoísmo importante.


Sé varios versículos sobre los peligros del dinero y vi en los Salmos también que Dios concedía a los hijos de Israel sus codicias necias , pero envió mortandad a sus almas. Esa es una terrible disyuntiva para un cristiano. No quiero a mi alma hambrienta ni mi comunión con Dios distante y tensa. Al gastar más y endeudarme o dejar muy poco dinero reservado para el resto del mes, estamos esa relación con Él sufre y no podemos vivir en Su presencia. También podemos estar dañando a las personas cercanas a nosotros y construyendo muros que impiden que la relación crezca y se afiate, todo lo contrario, siembra desconfianza, rabia y desilusión. Qué absurdos y egoístas podemos ser a veces!

He decidido no endeudarme en nada nuevo. Así no tengo que pagar más del precio exacto de las cosas por los intereses ni me veo complicada por cuentas más altas de las que puedo enfrentar. Más importante, sin embargo, es que quiero detenerme en el tabernáculo de Dios y cumplir con Él en santidad. Ahí es donde la verdadera alegría está,  no en las cosas materiales!

Tenga cuidado. Sobre todo en Navidad, para no caer en la trampa de las tarjetas de crédito . Sea un comprador inteligente y un buen cristiano. Haga orgullosa su familia. Se necesita el doble de tiempo para pagar una tarjeta de crédito del sería sólo para pagar en efectivo o un cheque por su compra. Utilice su dinero con sentido.




Deja que Dios te guíe en tus gastos y encuentre un plan ordenado para ti en el manejo del dinero. Busca tres versículos en Proverbios acerca del dinero. No adquieras deudas ni tomes nuevos créditos. Ora siempre antes de comprar, reflexiona en tus necesidades y ve si lo que vas a adquirir es realmente necesario.                                                                   

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