Salmos 107:28-30
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
28 Entonces claman a Jehová en su angustia,
Y los libra de sus aflicciones.
Y los libra de sus aflicciones.
29 Cambia la tempestad en sosiego,
Y se apaciguan sus ondas.
Y se apaciguan sus ondas.
30 Luego se alegran, porque se apaciguaron;
Y así los guía al puerto que deseaban.
Y así los guía al puerto que deseaban.
Cuando el hijo de unos amigos cumplió los siete años, lo diagnosticaron con sarcoma osteogénico o cáncer de hueso. Tenía un tumor en su rodilla derecha y debía enfrentarse a un año de quimioterapia y la inminente amputación de su pierna.
Eran noticias horrendas y nos invadió la compasión y el miedo. Comenzamos a buscar consuelo en las escrituras y recibimos la palabra que les compartimos hoy. Las promesas de Dios permanecen para siempre, por lo mismo, nos inundó la paz y clamamos a Él por fortaleza para nuestra familia amiga. Nos dio también esperanza y gratitud, porque el niño iba a salir del cáncer victorioso, con vida.
Él sirve actualmente en la Iglesia, habiendo superado toda dificultad por su pierna. Da gloria a Dios y es un testimonio viviente. Eso nos hace pensar en que pese a la tormenta, Dios es siempre bueno y fiel. Tiene una forma perfecta de manifestar su voluntad.
¿Clamas a Dios en tus momentos de angustia y aflicción? O te enojas y reaccionas en rebeldía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario