Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre.
—Salmo 5.11
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
—Efesios 3.20–21 (NVI)
Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien es poderoso para evitar que caigan, y para llevarlos sin mancha y con gran alegría a su gloriosa presencia. Que toda la gloria sea para él, quien es el único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad le pertenecen a él desde antes de todos los tiempos, en el presente y por toda la eternidad! Amén.
—Judas 24–25 (NTV)
Nadie podrá hacerte frente mientras vivas, porque yo estaré contigo como estuve con Moisés; no te abandonaré, ni dejaré de ayudarte.
—Josué 1.5 (NBD)
YO SOY EL FUNDAMENTO FIRME sobre el cual puedes danzar y cantar y celebrar mi Presencia. Este es mi alto y santo llamado a ti; recíbelo como un regalo precioso. Glorificarme y alegrarme es una alta prioridad que mantiene una vida limpia y estructurada. Deja de esforzarte para mantener todo bajo control, una tarea imposible y una pérdida de energía preciosa.
Mi dirección para cada uno de mis hijos es única. Por eso es que escucharme es tan vital para tu bienestar. Permíteme prepararte para el día que te espera y ponerte en la dirección correcta. Yo estoy contigo continuamente de modo que no tienes por qué dejarte intimidar por el miedo. Aunque te aceche no puede causarte daño mientras estés tomado de mi mano. No apartes tus ojos de mí, disfrutando de paz en mi Presencia.
*Sara Young / Jesús te llama
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