Lucas 17:7-10
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
El deber del siervo
7 »¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: “Pasa, siéntate a la mesa”? 8 ¿No le dice más bien: “Prepárame la cena, cíñete y sírveme hasta que haya comido y bebido. Después de esto, come y bebe tú”?9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.”»
Muchas veces, hablado del servicio y la buena voluntad que debiésemos tener para ayudar a otros, he escuchado como respuesta "es que Dios a mí no me dió el don de servicio".
En la parábola que vemos hoy, que aparece sólo en el evangelio de Lucas, vemos cómo Dios los hace un llamado a ser personas de servicio constante, los unos con los otros. Debemos caracterizarnos por nuestra actitud de servicio.
Mi mamá siempre decía: -"Servicio es sinónimo de sacrificio"
Y es cierto. Servir implica darle prioridad a otro por sobre nuestros deseos de cómo invertir el tiempo. Sin embargo, una vez que vamos moldeando nuestra carne o carácter, servir pasa a ser una costumbre, que implica cada vez menos sacrificios dolorosos.
Lo mejor? Que una vez que comenzamos a entregar, es asombroso como Dios es fiel y nos responde con creces.
Tú, ya serviste a alguien hoy?
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