Jesús sana en sábado a una mujer encorvada
Un sábado Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas, y estaba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:
—Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Dios siempre sabe qué es lo que te inquieta y guardas en la intimidad de tu corazón. Él no se toma días libres ni vacaciones, siempre está dispuesto y disponible a recibirte con los brazos abiertos.
Si tienes alguna carga, enfermedad o cualquier cosa que te agobie, búscalo, abre tu corazón y permite que sea Él guiándote. Andarás en paz y podrás experimentar la libertad que sólo Dios es capaz de dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario