martes, 6 de agosto de 2013

Devocional Diario

El domingo pasado comenzó una serie de enseñanza acerca del Espíritu Santo. 
La primera nos hacía reflexionar acerca de qué sucede cuando Dios nos confronta
(Mateo 26:29-75)


En relación a eso, el devocional de hoy nos invita a reflexionar en torno a los siguientes versículos, que narran la negación de Pedro a Jesús: 

Mateo 26:69-75: Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno. Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre.
Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. 

Marcos 14: 66-72 :  Mientras Pedro estaba abajo en el patio, pasó una de las criadas del sumo sacerdote. Cuando vio a Pedro calentándose, se fijó en él
-Tu también estabas con ese nazareno, con Jesús - le dijo ella.
Pero él lo negó:
-No lo conozco. Ni siquiera sé de qué estás hablando.
Y salió afuera, a la entrada.
Cuando la criada lo vio allí, les dijo de nuevo a los presentes:
-Éste es uno de ellos.
Él lo volvió a negar.
Poco después, los que estaban allí le dijeron a Pedro:
-Seguro que tú eres uno de ellos, pues eres galileo. 
Él comenzó a echarse maldiciones.
-¡No conozco a ese hombre del que hablan! -les juró. 
Al instante un gallo cantó por segunda vez. Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: "Antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces" Y se echó a llorar. 

Lucas 22: 52-62 : Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido contra Él: ¿Habéis salido con espadas y garrotes como contra un ladrón? Cuando estaba con vosotros cada día en el templo, no me echasteis mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son vuestros. Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condijeron a la casa del sumo sacerdote; mas Pedro le seguía de lejos. Y una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: También éste estaba con El. Pero él lo negó, diciendo: Mujer, yo no le conozco. Un poco después, al verlo, dijo: ¡Tú también eres uno de ellos! Pero Pedro dijo: ¡Hombre, no es cierto! Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: Ciertamente éste también estaba con El, pues él también es galileo. Pero Pedro dijo: Hombre, yo no sé de qué hablas. Y al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo. Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, como le había dicho: Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.  


Juan 18: 15-18: Y Simón Pedro seguía a Jesús, y también otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote, pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo a Pedro: ¿No eres tú también uno de los discípulos de este hombre? Y él dijo: No lo soy. Y los siervos y los alguaciles estaban de pie calentándose junto a unas brasas que habían encendido porque hacía frío; y Pedro estaba también con ellos de pie y calentándose.

Juan 18: 15-27: Simón Pedro estaba de pie, calentándose; entonces le dijeron: ¿No eres tú también uno de sus discípulos? El lo negó y dijo: No lo soy. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con El? Y Pedro negó otra vez, y al instante cantó un gallo. 







Para meditar: 
- ¿Hoy le has hablado a alguien de Jesús? ¿Has bendecido a alguien?
- ¿Hay situaciones en las que, por el grupo de gente con la que compartes, te has avergonzado de reconocerte como cristiano? ¿Has preferido negar que eres cristiano o guardar silencio al respecto?
-¿Te has sentido rechazado alguna vez? ¿Cómo te ha afectado eso? 
-¿Has ignorado a algún amigo? ¿Te han ignorado? 
- ¿Cómo has reaccionado? ¿Cómo ha continuado ésa relación de amistad tras ése episodio?



Recuerda que muchas veces no pecamos con nuestros actos, sino que también por aquello que no hacemos (por omisión). Tómate un momento para orar, pídele a Dios que te muestre cuando lo estés negando, a Él o a un hermano. 



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El domingo se nos pidió que intentáramos leer el libro de Hechos. Te invitamos a hacerlo. 

El libro de los Hechos (conocido también como Hechos de los Apóstoles), es el quinto del Nuevo Testamento. 
Algunos teólogos lo llaman "Hechos del Espíritu Santo" por la gran mención que hace de él. 





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